Aproximadamente 30 miembros de las Virtudes y clase de Educación Espiritual "se graduaron" de su programa de primavera el 13 de junio, durante una ceremonia en La Jolla Recreation Center, La Jolla, California, donde ellos se han estado reuniendo en meses recientes.
Aunque basado en principios y citas bahá’ís, las clases enseñan virtudes que atraviesan toda lasreligiones, incluyendo la veracidad, el servicio, el amor, la paciencia, la bondad y la paz. Hay dos niveles: la clase más joven (entre 8 años y menos) que explora las virtudes, y la clase de los más grandes (entre 8 - 10 años) quienes estudian las historias de las diferentes religiones mundiales.
Los sábados se llevan a cabo en el Centro de Recreación, las clases songratís y abiertas al público. Cada clase se concentra en una virtud yutiliza historias, juegos, canciones, oraciones y actividades para ilustrar una virtud particular. Las clases descansan un rato durante el verano y resumen en el otoño.
“Es separado de una religión, no predicamos a un Dios particular, predicamos la espiritualidad,” dijo el profesor bahá'í Tandis Arjmand. “Venimos de la perspectiva que hay un Dios, no importa cómo le quieres llamar y que Dios ha enviado a Mensajeros diferentes en tiempos diferentes de la historia y compartimos cual eranSusMensajes. Enseñamos a los niños sobre Jesucristo, Buda, Muhammad, Abram, Moisés y el fundador de nuestra fe, Bahá’u’lláh. Pero es todo sobre la unidad de las religiones y las virtudes comunes que ellos profesan.
“Este es un lugar seguro donde no decimos que mi profeta es mejor que su profeta o mi libro santo es mejor que su libro santo.”
Cuando fue preguntado lo que ella aprendió durante sus estudios, Nura Zabihi, de 6 años, dijo, “Usted debería decir oraciones cada día y siempre decir la verdad, ser un amigo bueno y ser paciente. Dios hizo todos nosotros y no importa que color de piel tenemos o que lengua hablamos.” Nina Yamini, de 8 años agregó, “también aprendimos sobre todas las virtudes y sobre profetas diferentes. Aprendimos que todos los profetas vinieron para enseñarnos a ser amables y a servir a la gente.” Durante el receso de verano, los estudiantes se ocuparán en proyectos de servicio como limpiezas de la playa. “Tratamos de alejar a los niños del yo, yo, yo de la vida, que puede ser difícil porque las escuelas son tan competitivas — tengo la mejor maleta, mis padres tienen el mejor coche, tengo la mejor casa — y en cambio los enseño espiritualidad y bondad y servicio del uno al otro,” dijo Arjmand.
Aunque utilizanoraciones para enseñar estos conceptos, los participantes no tienen que decir las oracionesbahá’ís y Arjmand dijo que varias familias de religiones variadas envían a sus niños a estas clases como un modo de poner la fundación para su propia religión o práctica espiritual cualquiera que sea.
Mina Jam, que es de la fe bahá’í, dijo que su marido es católico y sus niños asisten a la Academia de Stella Maris.
“Todavía quiero que ellos vengan a estas clases para aprender sobre las virtudes que comparten sus religiones,” dijo Jam. “Las concordancias como bondad, servicio y generosidad complementan lo que ellos aprenden en la escuela. Y esto no los confunden. Mis niños pueden venir aquí y aprender sobre virtudes y no encontrar un mensaje contrario de su escuela Católica.”
El padre de Maryam Nami dijo, “amo este programa debido a la calidad espiritual y el hecho que los niños exploran las diferentes religiones y son enseñados a ser seres humanos buenos. Cada uno es igual aquí. Vivo en Carlsbad, pero vengo manejando hasta aquí cada semana.”